sábado, 9 de enero de 2010

EL DESCUBRIMIENTO DE LOS OLMECAS

LOS OLMECAS LA VERDADERA PROFECIA
DEL AÑO 2012
La civilización llamada erróneamente Olmeca, ya que así fue bautizada por los arqueologos, ha sido un enigma para los investigadores de las antiguas culturas, lo que ha llamado la atención son los rasgos negroides de las gigantescas cabezas que dejaron enterradas en territorio tabasqueño y veracruzano en México ESTA RAZA EXTRANJERA que habito y colonizo hace mas de cinco mil años el territorio de Mesoamérica, con el claro mensaje de que su raza no era de territorio americano, que eran foráneos, hasta aquí el enigma había sido indescifrable, pero hace seis años me nació la inquietud de investigar de manera minuciosa esta cultura, y pude entender el por que no teníamos información de tal civilización a la que algunos arqueologos llamaban LA MADRE DE TODAS LAS CULTURAS DE MEXICO, eso me llevo a emprender un viaje a través de diversas zonas arqueológicas de México y a localizar descubrimientos que fueron ocultos por los arqueologos mexicanos y la razón de esta acción tan lamentable.
Como en toda profesión uno de los principios que rigen el comportamiento de los seres humanos en el desarrollo de la misma es la ética, es un conjuntos de reglas que norman la conducta del ser humano dentro de una actividad profesional, en la arqueología uno de sus principios es mostrar la verdad, ser imparcial a la hora de anunciar un descubrimiento y lo mas importante tener el espíritu de investigar exhaustivamente la verdad, y solo hasta constatarla, enunciar una conclusión.
Hacia 1511 llegó Hernández de Córdoba a la isla de Cuba, como parte de un grupo de soldados. En la isla de Cuba, Hernández de Córdoba se había convertido en un próspero terrateniente, merced a las tierras que en repartimiento la corona de España le había otorgado, este conquistador llega primero a islas mujeres y luego en esa misma expedición de reconocimiento a Yucatán y Campeche done logra observar as pirámides llamadas mayas, es decir no había que escarbar ni esforzarse en descubrir lo que estaba a la vista, los arqueologos solo tenían que ponerle nombre a esta civilización, era todo o que tenían que hacer sin esforzarse.
La mayoría de los arqueologos, faltaron esa ética y hasta la fecha lo siguen haciendo, cuando los conquistadores españoles entraron en territorio de lo que hoy es el país llamado México, encontraron a simple vista sin necesidad de escarbar o investigar, LAS MAL LLAMADAS PIRAMIDES y estucos, así como estelas y cilindros de una cultura en el sur del país a la que llamaron MAYA, y esos profesionistas con el hambre de fama no se detuvieron a analizar como había surgido esta civilización, con el afán del protagonismo, todos ellos emitían sus veredictos y conclusiones, pero la pregunta era ¿esos conocimientos matemáticos, astronómicos, tan perfectos y esa cosmogonía como había surgido? ¿Es decir de la nada se es había ocurrido toda esa sabiduría? Pues los arqueologos no se explicaban ¿por que de forma repentina habían evolucionado estos pueblos? ¿Como apareció este conocimiento? La realidad con la que se enfrentaban era el origen incierto de esta avanzada civilización la explicación mas fácil fue “APARECIERON DE PRONTO”, y en base a esta IDEA ARQUEOLOGICA, hicieron una FALSA MISTICA ALREDEDOR DE UNA CIVIIZACION A LA CUAL NO LE ENCONTRABAN RESPUESTA NI ORIGEN, y como buen profesionista antes de emitir que eran los mayas los creadores de todas las ciencias y las artes en Mesoamérica debieron investigar, hacer eso simplemente, cumplir con a obligación y el amor a su carrera profesional investigar a fondo el origen de esta civilización.
En 1862, el viajero mexicano José María Melgar y Serrano descubrió, fortuitamente, en Hueyapan (Veracruz), el primer monumento olmeca: una cabeza colosal.

Sterling un investigador extranjero soñaba con apreciar de cerca e investigar a esta cultura olmeca. Acompañado de su esposa, Stirling organiza una expedición para penetrar en los inhóspitos territorios de esa misteriosa civilización, que se decía, hizo de los pantanos su hogar



En los años 1920, Fran Blom de la universidad de Tulane descubre el sitio arqueológico de La Venta (Tabasco), pero erróneamente asigna las ruinas a los mayas. Al final de los años treinta, el arqueólogo norteamericano Mathew Stirling, de la institución Smithsonitas de Washington, lleva las primeras excavaciones detalladas de algunos sitios olmecas de la costa del Golfo como La Venta, Tres Zapotes y San Lorenzo. Durante los años cuarenta, Miguel Covarrubias y Alfonso Caso afirman que la cultura olmeca es antigua y constituye la "cultura madre" de Mesoamérica. A partir de los años 1950, la antigüedad de los olmecas es confirmada por métodos de Carbono 14.
Si para la mayoría de los especialistas como Michael D. Coe o Richard Diehl, la cultura olmeca es originaria de la costa del Golfo (ZMO: Zona Metropolitana Olmeca), La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central). Más allá de las fronteras mexicanas, las pruebas de una presencia olmeca se encuentran en Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Entre los centros de principal importancia pueden mencionarse: San Lorenzo (Veracruz), La Venta (Tabasco), Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán (Guerrero) y Abaj Takalik (o Takalik Abaj) en Guatemala.
En el territorio Olmeca se ha reconocido un total de dos mil 237 kilómetros cuadrados de extensión y dentro de los cuales, se han registrado mil 115 sitios arqueológicos de manera conjunta, esto, a más de una década de investigaciones regionales en las que han participado especialistas de diversas instituciones nacionales y extranjeras.
Combatiendo la furia de los mosquitos, el inclemente calor, los peligrosos remolinos y las tierras movediza, Stirling continúa su expedición para fotografía la singular escultura… sin sospechar, que el destino le tenía deparado, ser el descubridor de la civilización más fabulosa que haya conocido la humanidad, y que tendrá también la exclusividad de desenterrar otras cabezas sepultadas bajo toneladas de tierra.
Finalmente la expedición llego a la hacienda de San Martín, y pudo observar la inmensa cabeza descubierta 76 años atrás.

Frente a la colosal cabeza de Hueyapan, Stirling se olvidó de los efectos de diez horas de viaje a caballo, de no estar acostumbrado a dormir en hamacas, de los ruidos de la selva… y aunque semienterrada, la cabeza era mucho más impresionante que el dibujo hecho por Melgar… De inmediato procedió a desenterrar la inmensa cabeza abandonada en la zanja… Medía 1,47 m de alto, 5,49 m de circunferencia y un peso de 7,8 toneladas, trabajada en la dura piedra de basalto… Lo incomprensible para Stirling, es que la piedra provenía de El Vigía, cerro que se encontraba nada más y nada menos que a veinte kilómetros en línea recta del lugar, lo que suponía un trabajo inconcebible para trasladar la inmensa roca sin tallar desde la cantera, cruzando ríos, pantanos, selvas, tierras movedizas, terrenos accidentados y precipicios.


Pero su sorpresa fue aún mayor, al observar como arqueólogo, que la escultura se encontraba en medio de un yacimiento de ruinas cubiertas por montículos de tierra, donde uno de ellos medía casi 150 metros de largo… Emocionado, de regreso a Washington organizó una nueva expedición.

Al año siguiente, Stirling, junto con su esposa, el arqueólogo Philip Druker y el fotógrafo Richard Steward, siguió rumbo al Este por un camino que sólo se podía recorrer en verano… Llegaron a Tonalá, de donde siguieron en una embarcación hasta la boca del río Blasillo, y de allí, a pie hacia la localidad de La Venta, donde se realizaban exploraciones de petróleo, y donde se alertaba sobre extrañas esculturas enterradas en el fango movedizo… Para su fortuna, la expedición encontró a geólogos de la petrolera, que efectivamente le señalaron el lugar de las misteriosas esculturas.

Luego de varias horas de travesía, Stirling quedó maravillado al ver enormes piedras de basalto esculpidas que sobresalían de la tierra, y entre ellas se encontraba la cabeza descubierta por Blom y Lafarge quince años atrás. La emoción exaltó los ánimos y de inmediato hicieron planes para una excavación… Antes de que se iniciara la temporada lluviosa de 1940, la expedición localizó y excavó varios monumentos, entre ellos otras tres cabezas colosales, todas parecidas a la de Melgar, excepto en el estilo del casco y en el tipo de orejeras: la más grande de 2.4 metros y la más pequeña de 1.50 metros de un extraordinario realismo.
Aún no salían de su sorpresa por la espectacular cabeza, cuando descubren bajo tierra una aún más monumental y con indiscutibles facciones negroides.
Estaba claro, que estaban ante una misteriosa civilización que manejaba la dura piedra de basalto con asombrosa destreza, para esculpir enigmáticos rostros de facciones negroides, lo que agregaba otro misterio más.
Ahí estaba la respuesta una civilización muy avanzada, que había sufrido una especie de cataclismo, ocasionando la destrucción de una sociedad muy poderosa, que años mas tarde se iba a demostrar, a como ya es oficial que los mal llamados olmecas fueron los astrónomos, y matemáticos, además contaban con una organización social evolucionada donde los GOBERNANTES ERAN DE UNA DESCENDENCIA DIVINA, y ADEMAS ERAN AL MISMO TIEMPO SACERDOTES E INGENIEROS, una triada que mas adelante explicaremos en que basaban este tipo de organización social.


Por dos años la Segunda Guerra Mundial suspendió los trabajos de los Stirling en La Venta, pero en 1942 una vez más la fortuna los favoreció, pues en abril de ese año, descubrieron un sarcófago con un jaguar tallado y una tumba de columnas de basalto con magníficas ofrendas de jade.

Este era el principio, que develaría la VERDADERA HISTORIA MÁS GRANDE, JAMAS CONTADA.

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